La pododermatitis es una inflamación dolorosa que afecta las patas de roedores como hámsters, cobayas (conejillos de Indias), ratas o chinchillas. Suele aparecer cuando el animal pasa mucho tiempo sobre superficies duras, sucias o inadecuadas. También puede estar asociada a obesidad, falta de movimiento o jaulas mal diseñadas.
Aunque al principio puede parecer algo leve, si no se trata a tiempo, puede avanzar hacia úlceras, infecciones e incluso problemas óseos graves.
Observá si hay enrojecimiento, hinchazón o costras en las patas.
Fijate si el roedor cojea, camina raro o evita moverse.
Prestá atención a cambios en el comportamiento: menos actividad, irritabilidad, pérdida de apetito.
Revisá la base de la jaula: si es de metal o plástica rígida, puede ser parte del problema.
Usá sustratos suaves y absorbentes, como viruta prensada o papel reciclado.
Evitá el uso de rejillas o pisos duros sin recubrimiento.
Asegurate de que su ambiente esté limpio y seco en todo momento.
Estimulá su movimiento con túneles, ruedas seguras o espacios de exploración.
Consultá al veterinario al primer signo: si se trata a tiempo, la recuperación es más rápida y efectiva.
Consejo final: La salud de las patas es clave para su calidad de vida. No esperes a que el problema avance. Prevenir y actuar rápido puede evitar mucho sufrimiento.