
Una amenaza silenciosa para la fauna silvestre
Autoridades y ONGs especializadas han detectado un aumento preocupante en el tráfico ilegal de reptiles exóticos desde países sudamericanos como Brasil, Colombia y Guyana hacia mercados europeos. Entre las especies más afectadas se encuentran iguanas verdes (Iguana iguana), geckos tropicales y serpientes no venenosas, como las boas constrictoras.
Los traficantes suelen capturar ejemplares jóvenes y los trasladan en condiciones precarias dentro de maletas o cargamentos camuflados.
Datos oficiales
Según un reporte de INTERPOL y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), en el primer semestre de 2024 se incautaron más de 4.000 reptiles ilegales provenientes de Sudamérica con destino a países de la Unión Europea. (cites.org)
Impacto ambiental
La extracción masiva de reptiles altera los ecosistemas locales, ya que muchos de ellos cumplen funciones ecológicas como controladores de plagas o dispersores de semillas. Además, los animales traficados sufren altos niveles de estrés y mortandad durante el transporte.
La mirada de los especialistas
“El tráfico de reptiles no solo amenaza la biodiversidad sudamericana, sino que también contribuye a la introducción de especies invasoras en Europa, generando desequilibrios ecológicos”, advierte Roberto Iglesias, consultor de la UICN especializado en tráfico de fauna.
Conclusión: la necesidad de combatir el comercio ilegal
ONGs y autoridades coinciden en que es urgente reforzar controles fronterizos, sancionar el tráfico ilegal y promover la educación para reducir la demanda de animales exóticos obtenidos de manera clandestina.