
Una encuesta reciente revela el profundo lazo afectivo que une a los argentinos con sus animales de compañía.
Según un relevamiento realizado en 2024, el 75% de los argentinos que tienen mascotas las consideran como un hijo, y el 94% afirma que son parte fundamental de su familia. Este dato no sorprende si se tiene en cuenta el crecimiento de la “pet culture” en el país, donde cada vez más hogares comparten su vida con perros, gatos y otras especies.
Una familia más grande (y peluda)
La encuesta muestra que la mayoría de los tutores de animales en Argentina no solo se preocupan por su bienestar físico, sino también emocional. Celebran sus cumpleaños, les hablan como a un integrante más de la familia, comparten vacaciones y hasta les cocinan comidas especiales.
“Para mí, mi perro no es solo una mascota, es mi compañero, mi hijo con cuatro patas”, cuenta Mariana, una vecina de Caballito que convive con Tobi, un mestizo rescatado hace 6 años.
El impacto en el estilo de vida
Este vínculo se refleja en los hábitos cotidianos: la elección de una vivienda que acepte mascotas, el gasto mensual destinado a su cuidado (alimentos, veterinaria, juguetes) y la planificación de actividades que los incluyan. En muchos casos, las decisiones familiares giran en torno a las necesidades del animal.
Además, crece el interés por servicios como hoteles pet friendly, paseadores certificados, seguros veterinarios y terapias emocionales para mascotas, algo impensado hace apenas una década.
Más que amor: compromiso
El amor por los animales también impulsa una mayor conciencia sobre la tenencia responsable, la adopción frente a la compra y la importancia de la esterilización. Muchas personas deciden adoptar animales de la calle o colaborar con refugios, motivadas por ese sentimiento de “ser familia” más allá de la especie.