
Un Logro Espacial Felino que el Mundo Casi Olvida
Cuando hablamos de animales en el espacio, lo primero que viene a la mente son perros como Laika o monos utilizados en experimentos previos a las misiones humanas. Sin embargo, pocos conocen la historia de Félicette, la única gata que ha sido enviada al espacio y que desempeñó un papel clave en la exploración espacial.
El 18 de octubre de 1963, Francia lanzó a Félicette en una misión suborbital a bordo de un cohete Véronique AG1 desde la base de Hammaguir, en Argelia. A diferencia de otros animales utilizados en pruebas espaciales, Félicette regresó con vida, convirtiéndose en una pieza clave en la historia de la ciencia.
¿Quién Fue Félicette y Por Qué Fue Elegida?
Félicette era una gata callejera encontrada en París y seleccionada entre un grupo de felinos por su temperamento tranquilo. Los científicos franceses la entrenaron durante semanas para soportar las condiciones extremas del viaje espacial, incluyendo pruebas en centrífugas y cámaras de presión para simular la ingravidez.
Su misión tenía el objetivo de estudiar los efectos de los vuelos espaciales en mamíferos pequeños y recopilar información sobre cómo reaccionaban sus cuerpos a la microgravedad.
El Viaje Espacial de Félicette
El cohete Véronique alcanzó una altitud de 156 kilómetros, superando la línea de Kármán (el límite del espacio), lo que convirtió a Félicette en el primer y único felino en el espacio. Durante el vuelo, se monitorizó su actividad cerebral y fisiológica, proporcionando datos valiosos para futuras misiones tripuladas.
Tras 15 minutos en el espacio, la cápsula regresó a la Tierra con éxito, y Félicette fue recuperada sana y salva.
Un Legado Injustamente Olvidado
A pesar de su contribución a la ciencia, durante años su historia quedó en el olvido. Mientras Laika y otros animales recibieron reconocimiento global, Félicette apenas fue mencionada en los libros de historia.
En 2019, tras una campaña liderada por entusiastas de la exploración espacial, se inauguró una estatua en su honor en la Universidad Espacial Internacional de Estrasburgo, asegurando que su legado no desaparezca.
Conclusión: Un Homenaje a la Primera Astronauta Felina
Félicette representa un momento crucial en la exploración espacial y en el uso de animales en experimentos científicos. Su historia, ahora más conocida, nos recuerda la importancia de todos los seres vivos en el avance de la ciencia.