Mustela putorius furo
También conocido como: ferret
El hurón es uno de los pocos animales exóticos que fue domesticado por el ser humano desde hace más de 2.000 años. Proviene del turón europeo (Mustela putorius), y su domesticación comenzó en la antigua Roma y Europa medieval, donde se utilizaba para la caza de roedores y conejos, una práctica conocida como ferreting.
Con el tiempo, el hurón dejó de usarse solo como animal de trabajo y pasó a convivir con humanos como mascota, especialmente en Europa, Estados Unidos y Japón. Hoy en día es común encontrarlo en hogares, aunque sigue siendo considerado una mascota exótica en muchos países y su tenencia puede estar regulada.
Aunque esté domesticado, no es un animal silvestre ni tampoco un “roedor”: pertenece a la familia de los mustélidos, como las nutrias y los tejones, y conserva comportamientos instintivos muy marcados.
Mamífero pequeño y alargado (30–45 cm).
Peso: entre 700 g y 2 kg.
Cuerpo flexible, patas cortas y cola mediana.
Pelaje suave, con múltiples colores (sable, albino, champagne, chocolate, etc.).
Esperanza de vida: 6 a 10 años.
Olor corporal característico (no desaparece por completo, incluso esterilizado).
Extremadamente curioso, activo y juguetón.
Duerme muchas horas (14–18 h diarias), pero cuando está despierto tiene picos intensos de energía.
Le encanta explorar, meterse en espacios pequeños y “robar” objetos.
Puede convivir bien con humanos si se socializa desde joven.
No es agresivo por naturaleza, pero puede morder si se siente asustado o mal manipulado.
✔ Sí, se usa como mascota, pero requiere cuidados específicos.
Necesita:
Espacio seguro dentro del hogar (la casa debe estar “a prueba de hurón”).
Jaula amplia solo como descanso, no como encierro permanente.
Tiempo diario de juego y exploración supervisada.
Temperaturas frescas (son muy sensibles al calor).
Limpieza frecuente del entorno.
⚠️ No debe vivir encerrado todo el día ni sin estimulación.
El hurón es carnívoro estricto.
Su dieta debe incluir:
Alimento balanceado específico para hurones (alto en proteína animal).
Carne cruda o cocida (pollo, pavo, conejo).
Nada de frutas, verduras, cereales o azúcar.
Una dieta incorrecta puede causar:
problemas digestivos
enfermedades metabólicas
insulinoma (muy común en hurones mal alimentados)
Propensos a insulinoma, enfermedad adrenal y problemas digestivos.
Sensibles al estrés y a cambios bruscos de ambiente.
Requieren vacunación y controles veterinarios con profesionales especializados en exóticos.
El calor excesivo puede ser mortal.
Un hurón sano es curioso, activo, con pelaje limpio y apetito constante.
No adquieras un hurón solo porque es “gracioso” o diferente.
Es una mascota exótica que demanda tiempo, adaptación del hogar y compromiso diario.
Cuando se lo cuida correctamente, se convierte en un compañero increíblemente afectuoso, divertido y sociable.
Es ideal si:
Tenés tiempo para interactuar con él todos los días.
Podés adaptar tu casa a su seguridad.
Estás dispuesto a informarte y acudir a veterinarios especializados.
No es recomendable si buscás una mascota tranquila o de bajo mantenimiento.
El Mustela putorius furo es uno de los exóticos más populares del mundo, pero también uno de los más incomprendidos.
Juguetón, inteligente y profundamente curioso, necesita un entorno adecuado y cuidados responsables.
En el hogar correcto, el hurón no es solo una mascota exótica: es un compañero único y lleno de personalidad.
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